La paloma que quería volar
Había una vez una paloma muy especial. La paloma, que se llamaba Carmen, era desconfiada, lista y miedosa. Carmen era de distinto color a las demás porque era negra con manchas blancas, el resto eran grises, pero lo que de verdad la hacía especial era que ¡no sabía volar!
Un día Carmen estaba paseando y se estrelló con un conejo que le dijo:
—¡Corre, corre que vienen los cazadores!.
Carmen se asustó y se escondió detrás de un árbol. Uno de los cazadores dijo:
—¿Dónde está ese conejo?, lo quiero para mi arroz con conejo.
Carmen corrió asustada a decírselo a los demás.
Cuando llegó gritó:
—Palomas y palomos, he visto a los cazadores y se dirigen hacía aquí.
El resto de palomas no le hizo caso y Carmen se fue defraudada por el bosque. De pronto apareció un caballo que se llamaba Spirit y le dijo:
—No tienes por qué estar triste, quieres luchar y lo harás yo te enseñaré.
Entonces Carmen y Spirit entrenaron y entrenaron y Carmen consiguió al fin volar, con la ayuda de Spirit, claro.
Al día siguiente al alba, los cazadores ya iban de camino. De repente Spirit se puso enfrente de ellos y los paró. Tardó el tiempo suficiente para que Carmen se prepararse para picarles en la cabeza y espantarlos. Les picó tan fuerte que el que tenía tanta gana de cazar al conejo dijo:
—¡Adiós a mi arroz con conejo!
Al día siguiente todos pedían perdón a Carmen y la felicitaron.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
Escrito por: Fco Javier Martínez López