EL PERRO VAGABUNDO.
Había una vez perro muy poco animado sin ganas de seguir a delante, que vivía en un callejón intransitable. Se pasaba el dia durmiendo y cuando oscurecía iba a comerse las sobras de los bares.
El perro iba paseando y se encontró a un niño sentado en un banco, el niño le dijo a su madre que el perro estaba cojo. Su madre no lo creyó pero el niño tenia razón.
De camino al veterinario vieron a dos niñas jugando al badminton con un volante muy pequeño que se quedaron mirando.
El veterinario le puso una escayola al perro, el niño le dijo a su madre que si podían cuidar al perro mientras tuviera la escayola, pero al final se lo quedaron.
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