Amalia y Bea subieron al asiento trasero de su coche, sus padres iban muy animados charlando de sus cosas,mientras que Tor, el pequeño Yorkshire, se había metido en su transportín y esperaba impaciente que el automóvil se pusiera en movimiento.
Cuando iban de camino hicieron una parada en un hotel para dormir, llegarón al hotel por la mañana. Al día siguiente se fueron a pasear por las calles de Barcelona, y dejaron a Tor en el hotel, la limpiadora entró en la habitación y vió al perro.
—Oh, un perro......me lo llevaré.
A Amalía le pareció un chico bastante guapo y se fue detrás de él. Trini, la madre de Amalia, estaba muy preocupada porque no la veía.
—Pedro Pedro! Amalía está desaparecida, vamos a buscarla.
Amalia siguió al chico hasta el hotel donde se alojaba, que era el mismo de ellos, cogió las llaves de su habitación y fue a ver a Tor, él no estaba, entonces llamó a sus padres.
—Mamá, Tor ha desaparecido.
—Hija ¿dónde estabas?, te voy a poner un castigo...
Tor estaba muy asustado, y pensaba que le iba a matar
—Voy a llamar a la dueña para que me den dinero por su rescate.
—¿Cuánto quieres?, yo te doy lo que quieras - dijo Amalia.
—Quiero 2.000 euros.
Se pone la madre al teléfono y le dice que no le va a dar nada de dinero y que le devuelvan a Tor.
—No, por favor, no hagáis eso. Sería horrible.
—Este perro puede valer mucho dinero, mañana lo venderé —pensó Nieves, la limpiadora.
A la mañana siguiente, Nieves fue a vender a Tor a la perrera en su furgoneta blanca y vieja.
—Mamá, hay que hacer algo. Tenemos que ir por todas las perreras de la ciudad, dijo que lo iba a vender.
—Ok hija, mañana vamos a recorrer toda la ciudad.
—Señorita cuánto me podría dar por este perro?
—Pues unos 4.567 euros.
Mientras Amalía y su familia buscan a Tor en todas las perreras, pero algo le dice a Amalia que en ninguna de esas va a estar Tor. Más tarde fueron a otra perrera y allí estaba Nieves saliendo de la perrera.
—Mamá allí esta Nieves, vamos.
—¿Dónde está Tor?, dímelo malditaa.
Entran en la perrera y allí está Tor, se lo llevaron y fueron tan felices y nunca hubieron podido imaginar que aquel viaje, que se les antojaba aburrido, hubiera sido la causa de tantas aventuras.
FIN.
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